Las últimas acciones de la OTAN en lo relativo a su expansión hacia el este evidencian que Rusia tiene que estar en guardia. ¿Qué acciones puede tomar en respuesta?
Las últimas acciones de la OTAN en lo relativo a su expansión hacia el este evidencian que la organización ya no merece la confianza de Rusia, que tiene que estar en guardia. ¿Qué acciones puede tomar el país eslavo en respuesta?
Hay que destacar que no es solo Rusia: tampoco EEUU confía en la OTAN. Las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, acerca de la “gran reestructuración” de las Fuerzas Armadas de EEUU a causa de la pérdida de confianza en la organización transatlántica lo muestran de manera más que inequívoca.
Y la cautela es explicable. Alemania, que ejerce como paladín de los intereses de los ciudadanos europeos ante “una posible agresión” por parte de Rusia, hace todo lo posible por apoyar las ridículas acciones de la OTAN.
La OTAN blande las armas
Así, en enero, en el puerto alemán de Bremerhaven se desplegaron tanques, obuses autopropulsados y otros equipos militares estadounidenses. En total, 2.800 unidades.
Según aseguran algunos medios occidentales, se trata del mayor despliegue de la división blindada estadounidense en Europa desde el final de la Guerra Fría.
Los vehículos militares fueron posteriormente transportados por ferrocarril desde Alemania a Polonia, países bálticos, así como a Bulgaria y Rumanía.
Además, se enviaron 3.500 soldados de tropas estadounidenses desde la base militar de Fort Carson, en el estado de Colorado, para participar en una serie de ejercicios militares conjuntos polaco-norteamericanos. No hay que olvidar que alrededor de 4.000 militares de Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Alemania serán enviados a las fronteras de Rusia durante este 2017.
“Estados Unidos emplea los tanques alemanes para la guerra con Rusia“, informó el periódico germano Bundesdeutsche Zeitung. El Gobierno trata de convertir Alemania en una “zona de despliegue de las fuerzas de EEUU y la OTAN contra Rusia”, indicó Alexander Neu, diputado de La Izquierda —die Linke- en el Bundestag y miembro del Comité Parlamentario de Defensa de Exteriores.
Saltan las alarmas
Incluso los normalmente imperturbables medios de comunicación germanos y algunos políticos del país han empezado a dar la voz de alarma.
Neu y algunos otros diputados han solicitado públicamente que Berlín deniegue a Washington la utilización del territorio para el transporte de tropas. Pero, como se suele decir, el tren ya partió y las autoridades alemanas han seguido con su política genuflexa hacia Barack Obama, cuyos últimos días de Presidencia estuvieron marcados por una perseverante ‘diligencia’.
Rusia, por su parte, vigila de cerca lo que hace la OTAN para poder defender su integridad territorial y a sus ciudadanos. Por ejemplo, el país eslavo ha refundado el Primer Ejército de Tanques en el Distrito Militar Occidental, sigue reforzando las posiciones de la Flota del Báltico, ha llevado a cabo el traslado de sistemas de misiles móviles Iskander-M a la provincia de Kaliningrado, etc.
La respuesta de Rusia será inesperada
Paralelamente, hay que destacar que todas estas son medidas forzosas, es decir, son una respuesta a las acciones de la OTAN en Europa.
En general, parece que la Alianza Atlántica infravalora a Rusia, cuyo activo principal no son las armas de alta precisión, como los proyectiles Iskander, Kalibr o los misiles balísticos Yars o Topol.
El país eslavo posee un arma más poderosa: su equilibrada y contrastada política exterior. El presidente ruso, Vladímir Putin, lo mostró claramente con su respuesta a las acciones de Obama relativas a la expulsión de diplomáticos rusos de suelo estadounidense.
Por ejemplo, Putin podría emplazar al nuevo mandatario, Donald Trump, a realizar ejercicios militares conjuntos en nombre de la paz. De todos modos, cada día más países entienden que es mejor tener una relación de amistad con Rusia y no de lucha frontal contra ella.
La primera conversación telefónica entre Putin y Trump ya ha tenido lugar y ambos mandatarios han acordado “mantener regularmente contactos personales” de ahora en adelante. Nos queda observar y comprobar en qué resultará esa interacción.
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