La economía global volverá a entrar en recesión el año que viene debido, fundamentalmente, al final del ciclo expansivo de Estados Unidos y a la desaceleración de la economía china, según el matemático Juan Ignacio Crespo.
Estadístico del Estado y antiguo profesor de las universidades Complutense y Autónoma de Madrid, Crespo señala además otros factores como la caída del precio de las materias primas, la debilidad en los países emergentes, el estancamiento del comercio mundial y la subida de los costes financieros.
En su libro «¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión?» (Deusto), Crespo pone el foco en el «largo ciclo expansivo» de la economía estadounidense, que al final de 2016 sumará 90 meses de crecimiento, por lo que cree que está cerca de su final, ya que «tan solo hay una expansión de la economía de EEUU que haya superado los 100 meses, de los 33 ciclos que están documentados».
Además de esta circunstancia, también señala que «el beneficio de las empresas americanas está cayendo de forma prolongada», lo que «prácticamente siempre termina en recesión» al producirse «un efecto en cascada».
Para llevar a cabo su predicción, Crespo se basa en el chartismo histórico, un método que consiste «en analizar gráficos a largo plazo» en los que se puede observar que «la humanidad ha pasado ya por todo», por lo que «lo razonable es pensar que lo que ha ocurrido en el pasado volverá a producirse en el futuro».
Sobre la próxima recesión Crespo afirma que tendrá una duración aproximada de 18 meses y que se caracterizará por la destrucción de capital, algo que no ha ocurrido a lo largo de la crisis desatada en 2007.
Uno de los países más afectados será China, ya que «su modelo económico no funciona» y debe cambiarlo a uno en el que «el sector servicios tenga un peso mucho mayor».
También se verán perjudicados países emergentes como Brasil o Rusia, debido a «su dependencia de las materias primas», y EEUU, al que «inicialmente le afectará muchísimo», con una tasa de desempleo que se situará entre el 8 % y el 10 %.
«En España tenemos mala suerte porque nos pilla sin habernos recuperado del todo», afirma.
Pese a que «ya estalló la burbuja inmobiliaria», prevé que la tasa de paro en España volverá a subir al 25 % o al 26 %, siendo el sector servicios el que más sufrirá, ya que cuenta con una mayor temporalidad, lo que hace que sea «más fácil el despido, más rápido y más barato».
En su opinión, un factor determinante en el desarrollo de la recesión en España será que la Comisión Europea obligue a bajar el déficit del 3 % en 2017, ya que eso «significa que habría que hacer un ajuste de 23.000 millones» en los próximos dos años.
Por otro lado, el también autor de «Cómo acabar de una vez por todas con los mercados», señala que en la próxima recesión los bancos centrales «jugarán un papel fundamental».
«Cuando las bolsas estén hundiéndose, comenzarán a comprar para sujetarlas», dice Crespo, que cree que los bancos centrales terminarán teniendo acciones de «la mitad de las empresas cotizadas» y eso obligará, en el caso español, a que el Banco de España se convierta en «una fusión de sí mismo y el antiguo Instituto Nacional de Industria».
A eso lo denomina «capitalismo de Estado», algo «inevitable para que la próxima recesión no tenga efectos devastadores» aunque eso suponga que, a cambio, y de manera «transitoria», los bancos centrales «se vayan a hacer prácticamente con el control de la economía».
Respecto a cómo se saldrá de esta crisis, señala que la recuperación vendrá de la mano de una mayor facilidad de crédito bancario para los proyectos empresariales, la subida del precio de las materias primas de entre un 15 % y un 20 %, la mejoría del comercio mundial y, sobre todo, de una mayor productividad.
Una vez termine la próxima recesión, Crespo prevé que «se iniciará un periodo expansivo que durará 17 años», es decir hasta el 2035, en los que de producirse alguna caída en la economía sería «muy suave».
Origen: EEUU y China, principales causas de una nueva recesión en 2017 – elEconomista.es
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