Un estudio revela que las aves de corral pueden ser auténticas maestras del engaño, «como los políticos que tenemos en España»
Cuando pensamos en animales inteligentes no suelen ser los pollos los primeros que nos vienen a la cabeza. Pero un nuevo estudio realizado por Lori Marino, neurocientífica experta en comportamiento animal, revela que estas aves tienen un ingenio que en algunos casos puede calificarse de maquiavélico.
La investigación ha demostrado que los machos son capaces de hacer la llamada que realizan para avisar de que hay alimento, aunque en realidad no haya nada, para atraer a las hembras. Y también acostumbran a cacarear más bajo si son conscientes de la cercanía de otros machos, para no alertarles y evitar que les roben las hembras.
Por si todo esto fuera poco, la doctora Marino asegura que los pollos pueden experimentar emociones tales como el miedo o la ansiedad pero que, también, son capaces de exhibir un prodigioso autocontrol si creen que de esa manera pueden recibir alguna recompensa en forma de alimento.
Hay que decir que no es la primera vez que un estudio apunta a la «compleja psicología» de las aves de corral. Ya en 1922, el biólogo noruego Thorleif Schjelderup-Ebbe se refirió a lo que bautizó como «la jerarquía del picoteo», un sistema mediante el cual el pollo dominante impone su voluntad a picotazo al resto de los habitantes del corral.
Deja una respuesta